ELPABELLON MUNICIPAL YA TIENE NOMBRE : "JAVIER IMBRODA ORTIZ"

El pabellón municipal deportivo del Cerro de San Lorenzo ya tiene oficialmente nombre.Desde mediodía del jueves, 24 de septiembre, ha pasado a denomiarnse "Javier Imbroda Ortiz", en reconocimiento a los méritos deportivos del que fuera seleccionador nacional absoluto de baloncesto, considerado como el deportista melillense que más éxito ha cosechado tanto a nivel nacional como internacional.
La petición, realizada por primera vez por la APDM en el año 2001 y renovada en numerosas ocasiones, especialmente cuando fue apoyada por el pleno de la Federación Melillense de Balocnesto, fue finalmente debatida por el Pleno de la Asamblea dela Ciuda Autónoma el pasado día 10, siendo refrendada con los votos a favor del grupo popular.
Al acto, que resultó muy emotivo, asistieron el presidente de la Ciudad, Juan Jose Imbroda, hermano del homenajeado, la totalidad del equipo de gobierno, el presidente de la Real Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, junto al presidente de la APDM,Avelino Gutiérrez y el de la FMB, Javier Almansa.
Se acto se inició con la proyección de un collage de fotografías que recogen la trayectoria deportiva de Javier Imbroda y seguidamente el presidente de la APDM, se refirió al tortuoso y largo camino de ocho años que habia recorrido esta petición, para que finalmente se hiciera "justicia deportiva", subrayando que Javier Imbroda, a quien comparó con Pedro de Estopiñán, habia conquistado para Melilla un gran parte del mundo.
Javier afirmó sentirse abrumado, se acordó de su padre recientemente fallecido y agradeció la presencia de tantos y tan buenos amigos, al tiempo que subrayó que toda su vida no habia hecho otra cosa que melillear y llevar a su ciudad allá donde le habían llevado sus obligaciones profesionales.
Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda,reconoció públicamente que él había sido el culpable de que la petición de la APDM se dilatara tanto en el tiempo, hasta terminar dándose cuenta de que Javier, aunque fuera su hermano, era el deportista melillense que más alto había llegado y más habia promocioando la ciudad y se merecía nominar al pabellón, algo que, al por tiempo serviría de estímulo para nuevos deportistas conscientes de que podrían llegar tan alto como Javier había llegado con esfuerzo, tesón, trabajo y mucha voluntad.