Cásico partido entre un equipo veterano, la Unió Deportiva Melilla, y un filial, el Real Betis Balompie B, que, como se presumía, se le subió a las barbas al poderoso líder, al comprobar cómo iban pasanado los minutos y los azulinos eran incapaces no sólo de marcar sino ni tan siquiera de inquietar a Adrián.
El partido comenzó con presión verdiblanca ( ayer mandarina ) y Dorronsoro pasó por un tremendo momento de apuro cuando apenas se había cumplido el primer minuto en un mal despeje de cabeza de Povedano que se estrelló en la base del poste. Pasado el primer cuarto de hora, se asentó el Melilla, sobre todo en el centro del campo donde reapareció Migui en sustitución del sancionado Manolo Pérez, aunque sólo llevó peligro al marco rival en cabezazos imprecisos de un luchador Chota que cada día reclama con más fuerza su titularidad en casa en el eje del ataque.
Al descanso se llegó con el cero a cero inicial y en la continuación, salvo los primeros cinco minutos, el choque se convirtió en un recital bético, especialmente en lo que a juego por las bandas se refiere, ya que sus delanteros fueron una y otra vez surtidos por un inconmensurable Cañas, mientras el Melilla dejaba huecos y más huecos en el centro del campo. Afortunamente los cachorros del Ruiz de Lopera no supieron aprovechar las ventajas y demostraron que esa decena de goles que llevan solo a favor no son producto de la mala fortuna, aunque un amplio sector de aficionados terminara pidiendo la hora ante en vendaval visitante.
Por el Melilla juugaron inicialmente Dorronsoro, Zamorano, Jonay, Povedano, Rubén, Migui, Carlos Ruiz, Alex Fernández, Chota, Amarito y Yagüe. En el minuto 62 Mahanan y Andrés Ramos, sustituyeron a Zamorano y Migui, respectivamente y en el 70, Yagüe dejó su puesto a Currás. En el minuto 87 Mahanan vio la segunda tarjeta amarilla por lo que el Melilla jugó los últimos seis minutos en inferioridad. También hubo cartulinas de amonestación para Jonay, Povedano y Alex Fernández.
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