El resultado del primer cuarto ( 25-12 ) marcó el devenir del encuentro, como después se pondría de manifiesto. Y es que, cuando van seis encuentros la pregunta resulta obligada, ya que da la impresión de que Gonzalo García no tiene fijo ni su quinteto inicial ni tan siquiera su proyección en la cancha, es decir el base. Todo ello tque, finalmente, se traducen en un querer y no poder que descorazona.
Nadie va a discutir que Cáceres tiene un buen equipo, con excelentes individualidades y, sobre todo, con una conjunción casi perfecta ya que fueron los primeros que cerraron la plantilla. Pero tiene también sus fisuras, y es precisamente ahí donde hay que ir a darles, a la línea de flotación, algo que los melillenses consiguieron en muchos momentos, pero más por acciones individuales que por juego de conjunto que prácticamente no existe. Eso sirvió para que los pupilos de Gonzalo García ganaran los tres cuartos restantes, pero el primero había dictado su ley y trece puntos de diferencia se antojaron, por momentos, demasiados para enjugar.
Como pero, amén de esa falta de conjunción puesta, una vez más, de manifiesto en casi todo momento, el mal encuentro de Vega, Montañana y Oscar Yebra, ya que entre los tres anotaron dos puntos (Yebra) con valoración negativa para Vega y Montañana, en un choque en el que su con curso podría haber sido decisivo, mientras que Glenn volvió a destaparse haciendo la guerra por su cuenta, bien secundado por Marcos Suka-Umu, Detrick y Pakamakis. Y ahora a esperar la visita del León que dio un golpe de autoridad sobre la mesa ganando en Murcia.
Jugaron y anotaron por los los melillenses:
Pakamakis (9), Jiménez (3), Glenn (21), Jorge Fernández (5), Withers (12), Vega (0), Montañana (0), Detrick (15), Yebra (2 ) y Suka-Umu (8).
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